domingo, 27 de febrero de 2011

BUENOS AIRES IV


XVI

Se dice que el domingo es bueno para caminar. Yo no discrimino, pero era domingo y salí caminar. Conmigo Estela, Carolina y Fernando. Estela venía de Korea del Sur, viajaba sola, hablaba buen inglés, y mientras en Argentina, estudiaba español. Carolina y Fernando eran hermanos, venían de Brasil. Ella hablaba buen español, Fernando recién empezaba a estudiar pero su portuñol era perfecto así que nos comunicamos bien, de cualquier modo, aprendió rápido. Carolina ama la literatura. En Buenos Aires, buscaba autores argentinos, y gustaba de consultar con Ire los libros que encontraba, yo simplemente escuchaba y tomaba nota de autores del Brasil, de donde curiosa, o vergonzosamente, conocía muy poco. Comencé por la Lispecter.. pero era domingo y salimos juntos a caminar. Había feria. Toda la Defensa era un río que se ramificaba en algunas esquinas y se desparramaban toda clase de gentes y colores. El mundo nacía en la Plaza Dorrego y si era un buen día llegaría casi hasta Plaza de Mayo.. o bien cerca. Estela sonreía mucho, con mucha discresión, pero sonreía, evidenciaba su origen y su juventud. Se mostraba curiosa y reservada, como si jugara. Fernando era el más alto del grupo, lo cual era una ventaja estratégica, en esta multitud, lo cual irritaba a algunas turistas belgas que llegaban después y no podían ver la exhibición de chacarera y tango para turistas que había en la plaza, pero no solo era alto el chico, además tenía un fantástico sentido del humor, cosa que encantó a Sophia cuando después se conocieron, pero que no se adivinaba fácil al verlo siempre tan serio.

Caminamos. Carolina habla despacio, sin sobresaltos, sin desperdicios. Aunque disfruta vivir afuera, su mundo grande es adentro. Quiere trabajar con gente y me cuenta un poco de la vida que le espera al terminar su viaje. Estela examina joyería artesanal y objetos extraños, Fernando pregunta cuanto cuestan las viejas fuentes de soda.


XVII

Para saber quien es quien hay que hablar y preguntar. Pero si alguien en Buenos Aires tiene rastas, probablemente te dirá que es artesano. No fue poco lo que río Nancy, una artesana que vive en Trelew con su esposo David y sus hijos, quienes me recibieron en su casa por un par de días después de recogerme en la carretera hace ya un par de largas semanas. Se imaginó con rastas y le preguntó a su hijo como se vería..

Gente, música en vivo: guitarristas, flautistas, una chica que toca un instrumento australiano, hecho del tronco hueco de eucalipto. Cuando ella sopla, su música paraciera electrónica. Me detuve un rato.. Un calendario artesanal ilustrando los hítos de San Telmo, de un estudiante de dibujo que se llama a si mismo Michel Jackson. Las tiendas suenan bajofondo o gotanproyect...

Peatones se sacan fotos con la pareja que simula caminar contra el viento... Teatro.


XVIII

Yo vivo en tu sombra...gritó un hombre blanco, con pinta de artesano y acento agringao, generando sobresaltos.  Se encuentra en el portal de un hotel. Dos policías tratan de disuadirlo a acompañarles. Él tiene las manos teñidas de rojo. Igual es pintura pero la gente se impresiona. Vocifera una cuasi-letanía en la que somos hermanos, y contradicciones y hermanos y dolores y hermanos... Un hombre entra al hotel y otro sale. Él les deja pasar y se lo hace saber a la policía en medio de los gritos. Se sienta. Se calma. Se detiene. El polícía se acerca, él se levanta de un brinco, el policía da otro hacia atrás. ¡Mi casa es tu sombra! ¡Sal de mi casa! Hasta que seamos de nuevo hermanos..

¿Por qué me golpeas? Hoy no somos hermanos y le arroja un tarrito que tiene encima un cactus.. él se pierde en la multitud. Yo pensé en Noviembre... Les pregunté si conocian la película, con la cabeza dijeron que no. 

Seguimos caminando. Hablamos de libros, de nuestros países y de cine. Hacía hambre, decidimos comer.


H. (CONTINUARÁ...)

Continúa en el post BUENOS AIRES IV  http://poetskeleto.blogspot.com/2011/03/buenos-aires-v.html